
Nada me completa, nada me satisface, nada se saborea y de todo lo que hago, poco siento. Entre el mundo y mi cabeza hay un trecho gigante. Me rio un rato, charlo otro poco, miro al cielo y sonrío, pero ahí sigue el hueco, riéndose de mi necesidad de llenar ese vacío que parece un pozo sin fondo. Disfrutar de la vida es dificil cuando la realidad está en un idioma que no conocés. Para disfrutarla de una vez sigo buscando incesantemente el traductor que me ayude a descifrar lo que todos los días me plantea esta vida que me habla con palabras que no entiendo. Un medium que me prometió en sueños compartir mis dolencias, festejar mis alegrias y apoyarme en mis decisiones. Con simples palabras sacude mi interior, me pone a sus pies y me sonroja. Tengo que seguir viviendo en el mundo que escapa de mi comprensión o vas a venir a tirarme la soga? Apurate, porque se me pasa la vida.
Maldita soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Recordó mi existencia